Según un estudio reciente, Autismo y TDAH tienen patrones distintivos de conectividad cerebral
Publicado originalmente por Ingrid Fadelli, en Phys.org, el 31 de mayo de 2025
editado por Stephanie Baum, revisado por Robert Egan
Análisis comparativo de la conectividad cerebral en el autismo y el TDAH. Crédito: Nature Mental Health (2025). DOI: 10.1038/s44220-025-00431-5
El trastorno del espectro autista (TEA) y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se encuentran entre los trastornos del desarrollo neurológico más conocidos y se estima que afectan aproximadamente al 1-3 % y al 5-7 % de la población mundial, respectivamente. Mientras que las personas diagnosticadas con TEA pueden experimentar dificultades en la comunicación social, comportamientos repetitivos y una mayor sensibilidad a los estímulos sensoriales (por ejemplo, luces, sonidos, etc.), las personas diagnosticadas con TDAH suelen ser propensas a la hiperactividad, la impulsividad y la falta de atención, lo que les dificulta concentrarse en tareas durante períodos prolongados.
El TDAH y el autismo suelen coexistir, y las estadísticas estiman que entre el 50 % y el 70 % de las personas con TEA también presentan síntomas de TDAH. Aunque varios estudios neurocientíficos anteriores han investigado estas dos trastornos del desarrollo neurológico distintos, las similitudes y diferencias entre sus bases neurobiológicas siguen sin conocerse bien.
Investigadores de los Institutos Nacionales de Salud y del King's College de Londres han llevado a cabo recientemente un análisis estadístico a gran escala con el objetivo de comparar los patrones de comunicación entre diferentes regiones del cerebro de personas diagnosticadas con TEA con los observados en el cerebro de personas con TDAH. Sus hallazgos, publicados en Nature Mental Health, sugieren que, aunque el TEA y el TDAH pueden aparecer juntos, están asociados a diferentes patrones de conectividad cerebral.
«El trastorno del espectro autista (TEA) y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) suelen coexistir, aunque aún no está claro si estas afecciones comparten bases neurobiológicas comunes o si presentan alteraciones distintas en la conectividad cerebral en estado de reposo», escribieron Luke J. Norman, Gustavo Sudre y sus colegas en su artículo.
«Llevamos a cabo una comparación mega-analítica transversal de los patrones de conectividad funcional relacionados con los rasgos del autismo y el TDAH en niños y adolescentes (de 6 a 19 años; n = 10 168), con análisis de seguimiento que tuvieron en cuenta los diagnósticos de autismo (n = 764 autistas; n = 893 neurotípicos) y TDAH (n = 2026 TDAH; n = 2409 neurotípicos)».
Como parte de su estudio, los investigadores analizaron grandes cantidades de datos clínicos y de imágenes cerebrales recopilados en estudios anteriores. Estos datos se recopilaron de más de 12 732 niños y adolescentes diagnosticados con uno o ambos trastornos del desarrollo.
Los investigadores observaron las diferencias y similitudes en varias regiones del cerebro de las personas con TEA y TDAH, incluyendo el tálamo (una estación central de retransmisión de señales sensoriales y motoras) y el putamen (conocido por contribuir al movimiento y el aprendizaje), así como otras redes de regiones que coordinan la atención, las emociones y la conciencia de sí mismo. Curiosamente, descubrieron que el TEA se asociaba con conexiones más débiles entre algunas de estas regiones y redes neuronales, mientras que el TDAH se relacionaba con conexiones más fuertes entre las mismas regiones y redes.
«Los rasgos y el diagnóstico del autismo se asociaron con una conectividad reducida entre el tálamo, el putamen, la atención saliente/ventral y las redes frontoparietales, mientras que los rasgos del TDAH mostraron el patrón opuesto», escribieron Norman, Sudre y sus colegas.
«Se observó una hiperconectividad entre el modo por defecto y las redes de atención dorsal tanto en el grupo autista como en el de TDAH en relación con los individuos neurotípicos, y se asoció con los rasgos del TDAH. A pesar de su frecuente coexistencia, los rasgos del autismo y del TDAH muestran firmas neuronales distintas, con efectos de pequeño tamaño que indican asociaciones sutiles».
En general, los resultados del análisis a gran escala llevado a cabo por este equipo de investigación sugieren que, aunque las personas con TEA a menudo también pueden presentar síntomas de TDAH, las dos afecciones del desarrollo neurológico tienen firmas neuronales diferentes. Esta observación clave podría servir de base para futuros estudios centrados en la coexistencia de los dos trastornos del desarrollo neurológico, al tiempo que podría orientar el desarrollo de herramientas de diagnóstico y estrategias terapéuticas que tengan en cuenta sus diferentes patrones de conectividad funcional subyacentes.
Más información: Luke J. Norman et al, Mega-análisis transversal de las alteraciones en estado de reposo asociadas al autismo y al trastorno por déficit de atención e hiperactividad en niños y adolescentes, Nature Mental Health (2025). DOI: 10.1038/s44220-025-00431-5
Información de la revista: Nature Mental Health
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