El cerebro humano sigue generando neuronas incluso en la vejez, según un estudio realizado por primera vez

Las células progenitoras neuronales siguen dividiéndose en el cerebro adulto, lo que ofrece nuevas esperanzas para la memoria, el aprendizaje y la reparación celular.

Publicado originalmente por Neetika Walter, Updated: Jul 03, 2025 06:46 PM EST

Imagen representativa de neuronas cerebrales. iStock Photos

Durante décadas, los científicos han creído que el cerebro humano dejaba de producir nuevas neuronas después de la infancia.

Esta opinión tan arraigada presentaba al cerebro adulto como un órgano fijo, incapaz de generar células nuevas en la misma región responsable de la memoria y el aprendizaje.

Pero un estudio sin precedentes da la vuelta a este dogma y ofrece las pruebas más claras de que los seres humanos adultos siguen formando nuevas neuronas hasta bien entrada la vejez.

El cerebro desafía los límites del envejecimiento

Un equipo de investigadores del Karolinska Institutet de Suecia ha identificado y rastreado la formación de nuevas neuronas en el hipocampo, una región fundamental para la memoria, el aprendizaje y la regulación emocional.

En 2013, un equipo de investigadores dirigido por el profesor Jonas Frisén saltó a los titulares con un estudio que demostraba que se pueden formar nuevas neuronas en el hipocampo de humanos adultos.

Utilizaron la datación por carbono 14 en ADN extraído de tejido cerebral para determinar con precisión cuándo se creaban las células individuales, lo que proporcionó pruebas poco frecuentes de neurogénesis adulta.

Pero, aunque el estudio demostraba que podían existir nuevas neuronas, no respondía de dónde procedían.

 Hasta ahora, los científicos carecían de pruebas directas de que las células progenitoras neuronales estuvieran presentes y se dividieran activamente en el cerebro humano adulto.

"Ahora hemos podido identificar estas células de origen, lo que confirma que existe una formación continua de neuronas en el hipocampo del cerebro adulto", afirma Frisén.

En el nuevo estudio, el equipo analizó tejido cerebral post mortem de individuos de edades comprendidas entre la infancia y los 78 años para descubrir que las células progenitoras neurales -precursoras de neuronas plenamente desarrolladas- no sólo existen en el cerebro adulto, sino que además se dividen activamente.

En el estudio se utilizaron técnicas avanzadas, como la secuenciación de ARN en un solo núcleo, para cartografiar la actividad génica en núcleos de células cerebrales individuales.

Combinado con la citometría de flujo y el aprendizaje automático, el método permitió a los investigadores identificar las distintas fases del desarrollo neuronal, desde las células madre hasta las neuronas inmaduras que aún se están dividiendo.

Para visualizar dónde se estaban formando estas nuevas neuronas, los científicos emplearon RNAscope y Xenium, dos potentes herramientas de transcriptómica espacial. Éstas confirmaron que la formación celular tenía lugar en el giro dentado, una parte del hipocampo relacionada con el aprendizaje, la flexibilidad cognitiva y la codificación de nuevos recuerdos.

No todos los cerebros son iguales

 Los resultados revelan que las células progenitoras neurales humanas adultas se parecen mucho a las de ratones, cerdos y monos, aunque algunos patrones de actividad génica difieren entre especies.

Lo que resulta especialmente intrigante es la variabilidad entre individuos. Mientras que algunos adultos tenían abundantes células progenitoras neurales, otros tenían muy pocas, lo que plantea nuevas preguntas sobre qué factores podrían influir en la neurogénesis adulta.

"Esto nos proporciona una pieza importante del rompecabezas para entender cómo funciona y cambia el cerebro humano a lo largo de la vida", explica Frisén.

"Nuestra investigación también puede tener implicaciones para el desarrollo de tratamientos regenerativos que estimulen la neurogénesis en trastornos neurodegenerativos y psiquiátricos".

Los hallazgos también podrían allanar el camino a nuevas terapias regenerativas para afecciones neurodegenerativas y psiquiátricas, ayudando potencialmente a restaurar o mejorar la función cerebral mediante la estimulación de la formación de neuronas de forma selectiva.

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